El Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES es un importante instrumento que actualmente permite la realización de inversiones y políticas productivas en materia de proyectos, inclusión, acceso a vivienda, asistencia social, mejora en calidad de vida y crecimiento económico. Es decir, fomenta la autonomía económica que el país necesita para continuar en la senda del crecimiento y el desarrollo.
Una de las discusiones más latentes de la historia del pensamiento económico se basa en la disyuntiva sobre si el Estado debe tomar acción y participación en la economía o si debe mantenerse al margen; reducir su intervención al mínimo y dejar que el mercado se encargue de todo. En nuestro país, hemos sabido vivir distintas experiencias y situaciones en todos los sentidos, llegando a un momento límite de pobreza y desocupación extrema, producto de dos períodos neoliberales y destructivos ocurridos durante la última dictadura militar y la década de los 90´.
El fin de estas palabras no es repasar lo que tanto daño hizo al país sino, por el contrario, demostrar la fortaleza, inteligencia y beneficios que otorga una decisión tan llamativa e innovadora como acertada que fue la creación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES; instrumento que actualmente permite la realización de inversiones y políticas productivas en materia de proyectos, inclusión, acceso a vivienda, asistencia social, mejora en calidad de vida, crecimiento económico.
El FGS es el resultado del triunfo de un Estado con presencia en la sociedad, que asiste a quienes más lo necesitan y crea las condiciones para que las inversiones sean encaminadas hacia actividades productivas y eficientes, contribuyendo al desarrollo del país tanto a nivel social como económico. La intervención en la economía a través del FGS, se realiza de forma ingeniosa, transparente y óptima; es la manera tan nombrada por economistas como Kaldor o Prebisch.
La creación del Fondo implica la transformación del desempleo, revertir la destrucción de la industria y la pobreza de la década de los 90´ y la generación de crecimiento, inclusión y desarrollo propia de los últimos 10 años. La excusa neoliberal de que el Régimen de Capitalización a través de las AFJP del pasado Siglo desarrollaría el mercado de capitales, fue lo que posibilitó que estas entidades adquirieran, con el dinero de los trabajadores, activos financieros de empresas cotizantes en la bolsa de comercio. En 2007, con el recupero por parte de la ANSES de los fondos previsionales, se creó el FGS con la finalidad de administrar los recursos transferidos en especie (bonos, acciones, títulos de deuda) de las cuentas de capitalización individual. A su vez, uno de los puntos de la Ley vigente para las AFJP, establecía un mínimo de inversiones en “Títulos de deuda, certificados de participación en fideicomisos, activos u otros títulos valores representativos de deuda cuya finalidad sea financiar proyectos productivos o de infraestructura a mediano y largo plazo en la República Argentina”. Esta última consideración fue el puntapié inicial para permitir la participación del FGS tanto en distintas empresas como en proyectos productivos de toda la economía.
Dentro de los objetivos del FGS se encuentran los de: atenuar el impacto financiero que sobre el régimen previsional público pudiera ejercer la evolución negativa de variables económicas y sociales; contribuir con la aplicación de sus recursos, de acuerdo a criterios de seguridad y rentabilidad adecuados, al desarrollo sustentable de la economía nacional, a los efectos de garantizar el círculo virtuoso entre el crecimiento económico sostenible, el incremento de los recursos destinados al SIPA y la preservación de los activos de dicho Fondo; junto a atender eventuales insuficiencias en el financiamiento del régimen previsional público a efectos de preservar la cuantía de las prestaciones previsionales.
El FGS ha logrado desarrollar distintas inversiones y políticas de Estado tendientes a eliminar desequilibrios estructurales, recuperando espacios perdidos y otorgando mejores condiciones para todos los ciudadanos. Entre las últimas medidas, se destacan dos acciones fundamentales para el desarrollo económico y social de nuestra Nación. Por un lado la creación del Programa de Crédito Argentino para la vivienda única familiar (PROCREAR). Este programa otorgará créditos a bajas tasas permitiendo el acceso a la vivienda propia como también contribuirá al incremento del empleo y la actividad. Por otro lado, se destaca también la tarjeta ARGENTA; la cual brinda créditos a jubilados y pensionados a tasas razonables, permitiendo mejorar su calidad de vida como también el alcance a distintos bienes y servicios con diversos beneficios.
Estas iniciativas instrumentadas durante el año 2012 constituyen dos elementos claves que incrementan el producto bruto junto a la creación de empleo y desarrollo de distintos sectores de la cadena productiva. Junto a esto, otorgan beneficios a todos los argentinos mejorando su calidad de vida y posibilidades de ascenso social. A su vez, el fondo ha contribuido en numerosas inversiones como son: la finalización de Atucha II, el financiamiento a ENARSA para suministro, construcción y montaje de Centrales Energéticas (B. López, Barragán), la financiación para planes de viviendas en varias provincias (Buenos Aires, Chaco, La Rioja, Mendoza, Entre Ríos), y las construcciones de la planta potabilizadora de agua de Tigre y la Centra Termoeléctrica de Pilar (Córdoba), entre otras cosas.
Todas las políticas y decisiones llevadas a cabo por el FGS permiten mantener la autonomía económica que el país necesita para continuar en la senda del crecimiento y desarrollo. En palabras de Aldo Ferrer; la formación de estructuras económicas productivas diversificadas y complejas, abre espacios de rentabilidad difundidos en todo el tejido productivo y social, estimulando el desarrollo de los emprendedores locales, desde las pequeñas y medianas empresas hasta las grandes corporaciones. Asimismo, el ejercicio efectivo de la soberanía es un requisito ineludible para que un país pueda dar respuestas propias al escenario global y ante cualquier crisis o coyuntura.
Por todo, considero al FGS como una herramienta inteligente que permite brindar asistencia a quienes más lo necesitan, construyendo una identidad de país, provocando un crecimiento equilibrado, diversificado y federal en la rama productiva de todo el territorio nacional, otorgando beneficios a todos los ciudadanos, incrementando la rentabilidad de múltiples proyectos, fomentando el crecimiento y aumento del desarrollo económico y social.
Por Mariano Uccellatore
Analista de CECREDA