La Presidenta celebró el Día de la Industria en Tecnópolis. Casi 2000 empresarios se convocaron en la noche del lunes 3. Poder, inversión, empleo y defensa de la política económica. El discurso completo. La intimidad de la fiesta.
Tipo de cambio, inanciamiento, la economía de Brasil, la crisis mundial, las importaciones, la calidad del gigot de cordero patagónico que se sirvió en la cena y, fundamentalmente, el discurso de la presidenta Cristina Fernández, fueron los temas más importantes que tocaron los casi 2.000 empresarios que acudieron el lunes a Tecnópolis para festejar el Día de la Industria.
En algunos de estos tópicos se evidenciaron diferencias de opiniones, pero en su mayoría hubo consenso. En lo que todos estuvieron de acuerdo fue, principalmente, en la relevancia que tenía estar ubicado cerca de la jefa de Estado en la cena de gala, y en la importancia del evento para acercarse a los funcionarios del momento.
Pero el lujo del acto central de Tecnópolis no opacó la heterogeneidad de un conglomerado industrial que incluía desde representantes de cámaras pequeñas hasta los “peces más gordos”. Es que las divergencias son muchas y las peleas de cartel las acrecentaron.
Ubicación
Hasta entrada la tarde del lunes, todavía era incierta la composición de la mesa principal, la que tuvo a Cristina y De Mendiguren como protagonistas (ver aparte). Uno de los que no disimularon su enojo fue el presidente de la Confederación General Empresaria (CGERA), Marcelo Fernández, que si bien llevó a la cena a 250 industriales de los suyos, no pudo entrar en la mesa principal.
Por otro lado, a Cornide, de CAME, se lo vio muy contento por estar al lado de la Presidenta. La frutilla del postre para el industrial fue cuando en medio del discurso Cristina lo felicitó por haber viajado a festejar el Día de la Industria el domingo a Río Gallegos, al mausoleo erigido allí en conmemoración del ex presidente Néstor Kirchner. “Fueron seis horitas de viaje ida y vuelta hasta Santa Cruz que valieron la pena”, comentaron los asesores de Cornide al inal de la velada.
Una presencia que incomodó a varios de los comensales fue la del administrador de la feria La Salada, Jorge Castillo, que se paseó por Tecnópolis acompañado de un compañero y de cuatro mujeres. Sin embargo, varios respiraron aliviados al ver que Castillo, que había desafiado a varios de la UIA durante toda la semana con su presencia, se ubicó en una de las mesas alejadas.
Funcionarios
Si bien se pudo ver a todo el Gabinete kirchnerista, otros funcionarios destacados, que se sentaron en mesas secundarias, fueron el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou; el viceministro de Economía, Axel Kicillof; el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Mientras Boudou revivió sus días de rockstar sacándose fotos con muchos de los presentes, por delante de Kicillof desilaron varios industriales presentándose ante el nuevo hombre fuerte de Economía. “Tiene cada vez más poder en la industria, y en todo”, murmuró un empresario de un sector pujante en la economía. “Está ocupado, parece. No nos atendió nunca hasta ahora”, se quejó. Moreno, por su parte, se vio contento en una noche en la que volvió a ganar espacio y también aprovechó para sacarse fotos.
El que no la pasó tan bien fue Tomada. Cuando la Presidenta dijo “espero que el año que viene no tenga que volver a pedir por una ley de ART”, el ministro de Trabajo, ante los comentarios de los periodistas, bromeó como que se clavaba un cuchillo en la frente.
Los representantes de las empresas más chicas plantearon que la forma en la que se está dando el acceso a los créditos productivos que el Banco Central obliga a prestar a los bancos no es la mejor. Si bien concuerdan en que la medida es buena, culpan a los bancos privados por la poca articulación que hay con las irmas. Indicaron que muchos seguirán autoinanciándose, porque se viene semestre con más ventas.
El reclamo viene por el lado de que los bancos aún mantienen trámites burocráticos muy extensos para la entrega de los créditos y se muestran esquivos a la hora de prestar a las irmas más chicas. “Los trámites burocráticos podrían evitarse. La queja de las pymes es que, incluso teniendo todo en blanco, les dan muchas vueltas”, airmó el presidente de la Fundación Protejer, Marco Meloni. “La entrega de créditos repuntó ahora, pero había arrancado muy loja”, detalló el industrial.
También apuntó a los bancos el presidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica (CAMIMA), Pablo Reale. Aseguró que las entidades bancarias no están llamando a las empresas y que ponen trabas.
Tipo de cambio
El momento más importante del discurso apareció cuando Cristina defendió el tipo de cambio actual. Fue este uno de los mayores puntos de discusión entre los industriales. Por un lado, los economistas presentes, asesores de las cámaras más importantes del país, no concordaron con las palabras de la Presidenta. También se mostraron disconformes varios exportadores, grandes beneiciaros de una devaluación.
Sin embargo, algunos coniaron en que se puede ganar en competitividad sin tocar el valor del peso. “El tipo de cambio no es la principal variable en Argentina que tiene impacto en la competitividad”, aseguró a BAE Horacio Lamberti, del Parque Industrial de Almirante Brown, que dirige un observatorio local de competitividad.
“El discurso fue muy positivo y genera un marco de conianza en el sector privado”, aportó el subsecretario general de CAME y presidente del Centro Estratégico para el Crecimiento y Desarrollo Argentino (Cecreda), Mauro González.
Importaciones
En pleno discurso, la jefa de Estado se mostró en desacuerdo con algunas quejas del presidente de la UIA, De Mendiguren, con respecto a las trabas a las importaciones. También en este tópico hubo divergencias: algunos dicen que les faltan insumos.
“La administración del comercio no es más de lo que sufrimos como exportadores con otros países”, subrayó Lamberti, presente en Tecnópolis. “Por supuesto estamos pendientes de pedir que tal o cual licencia no automática se apruebe, pero sabemos que no es fácil controlar todo”, agregó.
Financiamiento
Según los empresarios, los bancos aún mantienen trámites burocráticos muy extensos para la entrega de los créditos y se muestran esquivos a la hora de prestar. Salvo algunas excepciones, solo se está otorgando préstamos a irmas grandes. “Los trámites burocráticos podrían evitarse. La queja de las pymes es que, incluso teniendo todo en blanco, les dan muchas vueltas”, airmó el presidente de la Fundación Proteger.
Oposición
Uno de los presentes de la oposición fue Jorge Macri, intendente de Vicente Lopéz, del PRO, quien alguna vez se opuso a que el predio donde se encuentra Tecnópolis sea usado para ese in.
Crecimiento
En lo que sí hubo consenso es que el segundo semestre será mejor que el primero. El precio de la soja y el repunte de Brasil son los factores señalados como los motores de la mejora. “Hace seis meses que del Gobierno me dijeron que Argentina iba a tirar para arriba a Brasil, pero yo dije que era al revés, y así fue”, dijo el presidente de FIAT, Cristiano Rattazzi. El industrial aseguró que se espera un buen in de año por el repunte de Brasil y explicó a BAE su teoría: “Todos dicen que Argentina anda mejor si el precio de la soja sube, pero se olvidan que Brasil es el segundo productor mundial de ese cereal, por lo que si sube la soja, le va mejor a Brasil, y por eso a Argentina”.
Uno de los sectores que ya evidenció una mejora es el textil. “Desde marzo venimos bien, y toda medida tendiente a sustituir importaciones nos ayuda”, aseguró Meloni, de Proteger, que presentó uno de los ocho stands de sectores industriales en Tecnópolis.