Ahora es el momento de producción nacional de bienes y servicios para llegar a más consumidores y, en particular, ampliar la oferta de alimentos en más empresas pymes. Para generar más puestos de trabajo y robustecer el mercado interno.
Es imposible pensar un desarrollo nacional sobre la base de inestabilidad como la que genera el fenómeno inflacionario en nuestro país. Tampoco resulta novedoso escuchar en todas las discusiones el carácter multicausal de dicho fenómeno. Aunque esa multicausalidad nunca se presenta de una manera relacionada ni jerarquizada y simplemente se recupera como un mantra para habilitar presunciones ideológicas.
Debemos crear el marco necesario de incentivo y fomento para poder construir una matriz productiva federal que atienda a las necesidades de cada región y sepa obtener de ellas los mejores resultados. Necesitamos crecer a otra escala, de otra forma. Mientras el Estado comienza a delinear políticas que multipliquen las posibilidades de crecimiento en todo el territorio nacional, los empresarios tenemos el compromiso de organizar el entramado productivo.
Los empresarios PYMEs necesitamos previsibilidad. Necesitamos un marco normativo consensuado que nos permita planificar nuestras inversiones independientemente del signo político gobernante.
Pensemos el problema inflacionario desde el abuso perpetrado por los productores ganaderos: capitales concentrados explotan los recursos nacionales en un marco de altísima rentabilidad respecto del mundo por las capacidades productivas de nuestro suelo. Vuelcan la producción al mercado internacional para maximizar sus ganancias ignorando las necesidades del mercado interno. Capaces, inclusive, de comprometer la alimentación de los argentinos.
La normalización de estos comportamientos depredadores también es parte de la herencia que dejó el último gobierno neoliberal de Mauricio Macri. Un sentido común hipócrita que habla de igualdad de posibilidades en un mundo de plena competencia, mientras aplasta 25 mil Pymes durante un mandato. Si efectivamente vamos a dar vuelta la página de aquel terrible episodio de nuestra historia productiva para escribir uno nuevo, que sean entonces los empresarios PYME los actores principales.
Es menester que cada vez haya más empresarios y empresarias nacionales apostando a un desarrollo capitalista soberano e inclusivo que construya una realidad diferente. Ambiciosos y dispuestos a perder, también, en un juego con reglas claras. Con un Estado que arbitre correctamente y un público que se sienta representado.
En la actualidad hemos llegado a una encrucijada la cual nos genera mucha angustia. Una segunda ola que pegó más fuerte de lo que se creía, y un mundo que regresó en su gran mayoría a estrictas restricciones.
A las dos pandemias que estamos afrontando, la del Covid-19 y la inflación, solo podremos enfrentarla con más producción nacional, democratizando las tecnologías industriales y permitiendo la entrada de nuestra oferta en una escala que repercuta significativamente en la economía real. Una política industrial que permita el acceso a créditos blandos para la ampliación productiva y en consecuencia a la generación de más puestos de trabajo.
Ahora es el momento de producción nacional de bienes y servicios para llegar a más consumidores y, en particular, ampliar la oferta de alimentos en más empresas pymes. Para generar más puestos de trabajo, robustecer el mercado interno e inaugurar un nuevo ciclo virtuoso que nos permita avanzar hacia un camino de desarrollo inclusivo y soberano.
En definitiva, ahora es el momento de las PYMEs.
Mauro Gonzalez
Empresario Pyme Textil. Presidente Centro Estratégico para el Crecimiento Y Desarrollo Argentino (CECREDA)
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