La ley que eleva la imposición fiscal a los automotores de alta gama «se suma al abanico de políticas implementadas con el fin de proteger el poder de compra de los salarios», evaluó hoy el Centro Estratégico para el Crecimiento y el Desarrollo Argentino (Cecreda).
La entidad, vinculada con empresarios nacionales, destacó que esas políticas preservan el poder adquisitivo de los trabajadores y el grueso de la población, «a través de diversas herramientas cambiarias sin una devaluación directa».
Cecreda recordó que los automóviles con precio de fábrica de entre 170 y 210 mil pesos pagarán un impuesto extra del 30%, y de 50% los que excedan esa banda. Similares recargos regirán para las embarcaciones de entre 100 y 170 mil pesos o valores superiores, lo mismo que para las motos de más de 22 mil pesos.
«Esta política se agrega a la implementación de la retención del 35% para la compra de divisas para el turismo y compra de bienes en el exterior», indicó el Centro.
La entidad agrega que «considerando las retenciones agropecuarias ya existentes, la economía argentina mantiene diversos tipos de cambio para distintos sectores». Considera la entidad que la utilización del tipo de cambio como herramienta para proteger los salarios y el crecimiento económico nacional «permite mantener el poder de compra de los trabajadores, que se vería perjudicado ante la devaluación del tipo de cambio oficial de referencia».
Para Cecreda, «mediante estas iniciativas, los sueldos se mantienen y no pierden su valor, mientras que por otro lado se protegen sectores de la industria nacional como el automotriz y otros industriales».