Las palabras del expresidente Arturo Frondizi expresan un debate que se da en la Argentina desde sus inicios, es decir: convertirse en un país industrializado o continuar con el modelo agroexportador que basa su eficacia en la renta del suelo fértil.
«La Argentina se encuentra ante una encrucijada de su desarrollo económico. O mantenemos la producción exclusivamente agropecuaria, cancelamos nuestro progreso industrial y seguimos concentrando toda nuestra potencia económica en torno a Buenos Aires y el Litoral o promovemos nuestras posibilidades industriales, explotamos nuestras fuentes de riquezas, despertamos las regiones atrasadas y creamos centros de producción en todas las latitudes de la República. O seguimos siendo solamente un país de carne y granos o conjugamos armónicamente las inmensas posibilidades del agro, la minería y la industria de nuestra Nación».
Arturo Frondizi, octubre de 1956.
Las palabras del expresidente Arturo Frondizi expresan un debate que se da en la Argentina desde sus inicios, es decir: convertirse en un país industrializado o continuar con el modelo agroexportador que basa su eficacia en la renta del suelo fértil.
Desde el Estado, ¿se debe propiciar la reconversión de las industrias que no logran medirse contra otras empresas multinacionales o, a través de programas y políticas públicas, favorecer su competitividad?
Desde el Centro Estratégico para el Crecimiento y Desarrollo Argentino (CECREDA) bregamos por la pronta implementación de políticas públicas, que sostengan el empleo y promuevan el desarrollo de nuestra INDUSTRIA NACIONAL profundizando las cadenas de valor e impulsando el conocimiento para potenciar la innovación en ciencia y tecnología en la producción nacional.