Para entender la evolución de la brecha entre el Tipo de cambio Oficial y el Blue, fenómeno que nos puede dar varios indicios sobre la tendencias especulativas cambiarias en el país, debemos empezar por una breve distinción entre ambas denominaciones.
En primer lugar, el Dólar Oficial, o Tipo de Cambio Oficial, es el valor que el Banco Central de la República Argentina publica como referencia principalmente para la liquidación de exportaciones e importaciones, y diferentes operaciones bancarias entre bancos estatales. La determinación del valor del Dólar Oficial se rige, en principio, mediante dos mecanismos: el tipo de cambio flexible y el tipo de cambio fijo.
El mercado cambiario es el lugar analítico donde se encuentran los diferentes demandantes y oferentes de dólares. Los primeros están conformados por aquellos que desean adquirir divisas para importar bienes desde el exterior, y por especuladores que prevén una suba del dólar, y por lo tanto, buscan comprar dólares hoy para generar una ganancia en el futuro cuando su precio suba. Por el otro lado, los oferentes de dólares son aquellos exportadores que quieren conseguir pesos para realizar transferencias dentro del país, o especuladores que prevén una baja en el precio del dólar y prefirieren vender ahora para perder menos valor. Si imaginamos que el mercado cambiario se comporta como un mercado perfecto, es decir, totalmente libre, existirá un valor del dólar (o tipo de cambio) que igualará a la demanda de dólares con su respectiva oferta. Este valor del dólar será el valor del Tipo de Cambio Oficial en un régimen de tipo de cambio flexible.
Ahora bien, el tipo de cambio flexible acarrea ciertas consecuencias negativas hacia los hacedores de políticas económicas . Esto se debe a que el Gobierno pierde una de las variables de control macroeconómico que es, justamente, el tipo de cambio. En el tipo de cambio flexible, el valor del dólar se determina en el mercado cambiario, por lo que el Estado no tiene control sobre él. Por eso, algunos gobiernos optan mantener un tipo de cambio fijo o controlado. En este régimen, el estado fija un valor del dólar llamado “objetivo”, donde mantiene una restricción sobre la oferta de dólares para mantener el dólar a ese nivel objetivo.
El precio del dólar fijado por el Estado se da independientemente de cuál es la relación entre la demanda y oferta de dólares, por lo que, si al valor objetivo del dólar existe más demanda que oferta, en un tipo de cambio flexible el valor del dólar subiría, hasta que la oferta se iguale a la demanda. Pero como es un tipo de cambio fijo, la oferta de dólares se mantiene fija creándose un exceso de demanda de dólares. Esto significa, en otras palabras que gran parte del público quiere comprar dólares al valor actual pero que, sin embargo, no puede debido a las restricciones cambiarias que impone el Estado.
En consecuencia, esta demanda insatisfecha de dólares se “moverá” del mercado primario u oficial, hacia el mercado secundario en el cuál no existan restricciones. Este mercado secundario es lo que se conoce en Argentina, a partir del 2011, como mercado del “Dólar Blue”. La naturaleza ilegal del mercado secundario de dólares hace que el dólar Blue sea más alto que el dólar oficial, pero no permite explicar gran parte de la brecha entre ambas denominaciones.
Teniendo en cuenta los párrafos anteriores, podríamos enunciar ciertas “reglas” sobre la variación de la discrepancia entre el dólar oficial y el blue. En primer lugar, mientras mayor sea la especulación a la suba del dólar, mayor será su demanda y por lo tanto la presión a la suba del valor del dólar en el mercado secundario, generando que el valor del dólar blue se eleve muy por encima del dólar oficial. Caso contrario, si menor es la demanda de dólares excedente por una menor especulación, menor es la presión y diferencia entre ambas denominaciones. En segundo lugar, y siguiendo una dinámica parecida a la anterior, mientras más bajo sea el valor del dólar fijado por el Estado, mayor será el excedente de demanda y la discrepancia entre los diferentes dólares. Por el contrario, si la restricción del Estado es menor, la brecha entre ambos también lo será.
Analizando estas herramientas, podemos entender que la evolución de la brecha entre el Dólar Blue y el Oficial se debe, en principio, a dos fuerzas. Por un lado, en el mercado del dólar blue, existe una disminución de la demanda de dólares debido, principalmente, a la necesidad de pesos argentinos para saldar deudas. En segundo lugar, esta época del año representa una estacionalidad en la oferta del mismo, donde ésta se ve acrecentada por el sobrante de dólares de las familias, al utilizar menos divisas en sus planes de gasto durante las vacaciones de las que previnieron. Por otra parte, un crecimiento en la oferta del dólar oficial hacia los importadores nacionales aporto, por su lado, a un aumento de su valor, aportando a la reducción de la brecha cambiaria.
Diego Cuneo
Analista de Cecreda.