Conectar Igualdad y Dale Aceptar son dos ejemplos innovadores de políticas públicas actuales relacionadas con la Educación, en el marco de un mundo nuevo. Profundizar el modelo de eliminación de la inequidad educativa apunta a fortalecer cada vez más, con más recursos, con más y mejores docentes, las escuelas públicas en las zonas más postergadas del país, para igualar las capacidades de todos. Ese es el horizonte.
PANORAMA DE LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS EN LA ARGENTINA DE HOY
Una certeza: el Programa Conectar Igualdad representa una de las políticas educativas más ambiciosas de Latinoamérica. Tiene como fin reducir las brechas digitales, educativas y sociales del Argentina e implica la entrega gratuita de 3 millones de notebooks en el período 2010-2012 para alumnos y docentes de educación secundaria de escuela pública, educación especial y de institutos de formación docente. El programa otorga, además, capacitación para los docentes en diversos temas relacionados con la cultura digital y el uso de nuevas tecnologías.
Uno de los paradigmas de desarrollo más en boga en el mundo académico contemporáneo, el «enfoque de las capacidades», viene insistiendo en la necesidad de aumentar las capacidades de los individuos para aumentar la valoración de lo que son y hacen en sus vidas. Reducir la brecha digital no sólo es un gran avance en este sentido, sino que es imprescindible y necesario en el siglo XXI, ya que implica la posibilidad de aumentar diversas capacidades de los individuos al tener acceso a nuevas formas de socialización y al conocimiento, mediante el objetivo de la alfabetización digital.
La crítica malintencionada, que presupone implícitamente la convicción acerca de la inutilidad e ineficiencia del Estado, sólo ha atinado de manera simplista a esbozar con sorna la afición de los jóvenes al uso de las notebooks para jugar a los videojuegos, burlándose no sólo de la política pública, sino de las elecciones lúdicas libres de otros individuos y descreyendo de la capacidad de lo lúdico para aumentar las posibilidades de desarrollo. En este, como en muchos otros casos, la ironía no sólo es malintencionada, sino equivocada.
El ejemplo más claro para ilustrar el equívoco de la crítica simplista esbozada en el párrafo anterior es el Programa Dale Aceptar. En el marco de una concepción neodesarrollista que cree en las ventajas comparativas dinámicas, uno de los objetivos desde 2003 hasta la fecha ha sido el de diversificar la matriz productiva incentivando la ciencia y la tecnología. Uno de los ejes centrales de las políticas públicas llevadas a cabo desde 2003 en este sentido ha sido fortalecer la industria del software. En dicha industria, como en la inmensa mayoría de las industrias de punta en el siglo XXI, el capital humano es fundamental. El programa Dale Aceptar apunta a incentivar la vocación de los jóvenes por carreras relacionas con la informática, mediante concursos que implican la creación de videojuegos en base a la utilización de herramientas básicas y simples de programación.
Conectar Igualdad y Dale Aceptar son dos ejemplos innovadores de políticas públicas actuales relacionadas con la Educación, en el marco de un mundo nuevo. No es sencillo atender esta problemática. Profundizar el modelo de eliminación de la inequidad educativa apunta a fortalecer cada vez más, con más recursos, con más y mejores docentes, las escuelas públicas en las zonas más postergadas del país, para igualar las capacidades de todos. Ese es el horizonte. Conectar Igualdad y Dale Aceptar son dos ejemplos que muestran que vamos por el buen camino y nos tomamos en serio, en la Argentina presente, el viejo y a veces manoseado ideal de la igualdad de oportunidades.
Por Leandro Indavera Stieben
Socio Fundador y Analista de CECREDA