Notas de Opinión

Convenio Argentina – Chile subterráneo – Agua Negra

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La República Argentina y la República de Chile lograron firmar, en los últimos días, un convenio para impulsar la construcción del Túnel de Agua Negra que atravesará la Cordillera de los Andes uniendo las provincia de San Juan (Argentina) y la Región de Coquimbo (Chile) a través de dos túneles principales paralelos, cada uno con un largo de aproximadamente de 13,9 km.

La misma será obligación de la Entidad Binacional Túnel Internacional Paso de Agua Negra (EBITAN), conformada por representantes de ambas naciones. La obra es considerada una de las más importante en términos geopolíticos para tanto la Argentina como para Chile, así como también emblemática para la región.  

Hoy en día, las ciudades de San Juan y de La Serena están comunicadas únicamente por la Ruta Nacional nº 150, nº 41-ch en el país vecino, la cual presenta en sí características desfavorables para que sea, como sucede en la actualidad, la vía más importante de comercio entre el norte argentino con la nación trasandina. Algunos aspectos a destacar de la Ruta Nacional nº 150 son la elevada altura sobre el nivel del mar, siendo entre 4000 y 4800 m.s.n.m; la alta sinuosidad y el escaso ancho de calzada, dificultando el acceso a transporte de mayor caudal en comparación a los estándares normales; la existencia de zonas de penitentes y hielos semi-permanentes, provocando que de forma constante se debe cerrar la ruta; más del 60% del camino en la parte superior se realiza sobre la propia cornisa de la montaña, siendo un factor importante de muchos accidentes. Además, la Ruta Nacional nº 150 ha sido siempre un destino de grandes gastos económicos y humanos por parte de ambos Estados en pos de garantizar la seguridad de quienes la transitan, las cuales serían innecesarias si la vía de conexión  no presentara las condiciones mencionadas. 

Asimismo, la situación global, como también la situación regional, han modificado sus rumbos de forma significativa, presentando nuevas características promoviendo la realización del denominado Túnel de Agua Negra. A nivel global, el mercado europeo ha ido dejando de ser el principal comprador de los productos latinoamericanos, en este caso lo argentino y lo chileno, para que estos encuentren nuevos destinos de venta; por ejemplo China y Asia. Este nuevo mercado presenta características muy buenas para la Argentina y para Chile con vistas al 2020, con grandes aumentos de la demanda sobre alimentos, y  lo relacionado a energía y minerales. Dado esto, la ubicación geográfica de Chile lo posiciona como la principal salida marítima del continente americano hacia el mercado asiático. El Túnel de Agua Negra permitiría unir los productos argentinos de forma más sencilla con su destino final, Asía. Asimismo, a lo largo de los últimos años, Chile ha logrado firmar más de 20 tratados comerciales con alrededor de 50 países, obteniendo ciertos beneficios como por ejemplo no tener la obligación de pagar aranceles, o resultando ser inferiores a los preestablecidos. Sumado a que para Chile se convierte imprescindible la cooperación de socios  para cumplir con sus obligaciones comerciales contraídas, ya que Chile tiene una capacidad productiva limitada. La finalización del Túnel de Agua Negra posicionaría a la Argentina por sobre el resto para ocupar ese lugar de cooperación y de beneficio mutuo en términos de comercio. A nivel regional, el túnel, una vez finalizado, sería un factor muy importante para la continuación y profundización del proceso de integración regional ya iniciado, contemplado bajo el Mercosur. La obra permitiría a la Argentina y a Chile desarrollar sus propios mercados de exportación, ampliando así la idea de autonomía comercial y económica posibilitando no depender totalmente de las economías desarrolladas. 

Otros aspectos a destacar son que el Túnel tendría como resultado para ambas naciones, la oportunidad de crear nuevos esquemas de crecimiento y desarrollo económico impulsado por la descentralización de las actividades comerciales, así como también fortalecer a las distintas economías regionales del norte argentino. Se mejorarían considerablemente los niveles de infraestructura, permitiendo aumentar las cantidades de servicios y productos comerciados por parte de Argentina y Chile hacia el mundo.

Dejando de lado un poco los beneficios comerciales que trae consigo el Túnel de Agua Negra, el proyecto presentado por EBITAN, que según fuentes oficiales se concretará en el futuro, establece la instalación de un laboratorio subterráneo, a más de 1700 metros bajo tierra, convirtiéndose en el primero del hemisferio sur. Su principal distinción a cualquier otro tipo de laboratorio será su propia capacidad de realizar experimentos en condiciones de baja radiactividad permitiendo obtener resultados con total precisión. Desde estos laboratorios subterráneos, se pretende estudiar y desarrollar la información sobre la materia oscura, elaborar proyectos de geofísica, de pureza de materiales y de impacto de los rayos cósmicos en microchips, entre otros temas. Dichos estudios serán de alto impacto a nivel mundial y, por primera vez, un proyecto de tal magnitud estará a cargo de uno o más países latinoamericanos.

Este corredor, no solo será una mejor vía de acceso para quienes lo transiten, más seguro y más rápido, sino que su resultado más importante será la consolidación de un compromiso político a mediano y largo plazo de suma importancia, como es la integración de dos regiones que abarcan a más de 20 millones de argentinos y chilenos. 

Ezequiel Gonzalez Sutil
Analista de Cecreda

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