Aunque no se conoce una cifra certera, especialistas de la cartera sanitaria nacional, afirman que luego de Semana Santa se llegará a un pico máximo de infectados por dengue, debido al desplazamiento de turistas entre las provincias y hacia el exterior, y confirman que los casos son “2,5 veces mayor que para el mismo período de 2009”, momento en que Argentina enfrentó la peor epidemia de la enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti.
El dengue tendrá un pico de brote epidémico para fines de marzo y principios de abril, según estiman autoridades sanitarias nacionales. Hasta el momento -el último parte epidemiológico emitido el 12 de marzo por el Boletín Integrado de Vigilancia del Ministerio de Salud de la Nación- notifica un total de 32.697 casos, entre sospechosos, probables, confirmados y descartados -por laboratorio o nexo epidemiológico-. De ese número, 15.539 son probables o confirmados autóctonos distribuidos en 15 jurisdicciones del país. A su vez, hay 2013 afectados y probables importados, distribuidos en 22 provincias. Si bien se descartaron 6.518 casos, otros 8.777 permanecen en estudio.
Es importante considerar que se esperan más infectados que en 2009 -cuando se registraron 27 mil y Argentina sufrió su mayor epidemia de la enfermedad-, ya que la cantidad de personas que padecen dengue en el país es “2,5 veces mayor que para el mismo período de 2009”, según palabras del director nacional de Epidemiología, Jorge San Juan. Sin embargo, asegura que “ninguno de los casos notificados es grave”.
El dengue es una enfermedad infecciosa emergente y un problema de salud pública. Siguiendo esta línea, es clave que el Estado asuma el compromiso para mejorar las condiciones socioeconómicas de la población, trabaje en el saneamiento ambiental y garantice el rápido acceso a la atención médica.
Las altas temperaturas, lluvias e inundaciones atribuidas al fenómeno de El Niño favorecen la reproducción y desarrollo de mosquitos portadores del virus activo. Si bien la campaña “Vivamos libres de mosquitos”, que lleva adelante el Ministerio de Salud de la Nación y en coordinación con gabinetes sanitarios provinciales es pertinente, se debería haber trabajado en la prevención de la enfermedad con antelación, unos meses antes al comienzo del verano y así se podrían haber evitado mayor cantidad de contagios.
Según el reporte de la cartera sanitaria, se registran brotes de dengue con transmisión sostenida en las provincias de Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Chaco, Formosa, Salta, Santa Fe y Misiones -siendo ésta la más afectada, con 7.644 casos-. También se constata transmisión circunscripta a localidades, barrios o conglomerados con casos autóctonos y probables en Entre Ríos, Jujuy, Santiago del Estero, y casos aislados autóctonos en La Rioja Catamarca y Tucumán.
Un punto que preocupa es la gran circulación de personas entre las provincias y hacia países limítrofes por el feriado de Semana Santa, ya que podría aumentar el riesgo de contagio entre quienes se trasladen a zonas activas de circulación viral del Dengue, Zika o fiebre Chikungunya (otras dos enfermedades vectoriales que trasmite el Aedes aegypti).
Por ende, el pico de consultas se extenderá hasta dos semanas después de Pascuas, ya que desde que pica el mosquito infectado hay entre cuatro y siete días de incubación de laenfermedad y ante los primeros síntomas: fiebre alta, dolor muscular, cansancio, náuseas y vómitos, lo primordial es concurrir al médico y no automedicarse, para obtener un diagnóstico preciso con un simple análisis de sangre.
Frente a esta situación, lo aconsejable es no alarmar a la población sino, por el contrario, estar atentos y fomentar la colaboración ciudadana para prevenir la proliferación del mosquito, así como, garantizar el acceso a la información y la intervención estatal, cuando se la requiera. Aunque existe una vacuna contra el dengue que fue aprobada por Brasil, México y Filipinas, en Argentina aún está a prueba. Por este motivo, la premisa fundamental es la prevención.
En este sentido, las tareas de control del mosquito son fundamentales. Esta especie habita a pocos metros de las viviendas y para depositar sus huevos y reproducirse necesita solamente de agua quieta y limpia, por lo que es necesario vaciar botellas, latas, cubiertas, tanques de agua sin tapa, bebederos, floreros y macetas en desuso. También hay que dar vuelta baldes, palanganas y todo tipo de recipiente que pueda juntar agua.
Otro método que ayuda a controlar el vector es la fumigación en espacios públicos y ladesinsectación a viviendas particulares, que realizan los agentes sanitarios en diferentes zonas urbanas o semiurbanas.
Además, es aconsejable colocar mosquiteros en las ventanas y puertas de las viviendas, usar espirales, tabletas o repelentes con aplicaciones cada tres horas y vestir con mangas y pantalones largos si se desarrollan actividades al aire libre. Asimismo, evitar exponerse al aire libre durante las primeras horas de la mañana y al atardecer, que son los momentos de mayor actividad del mosquito.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en las últimas décadas ha aumentado considerablemente la incidencia de dengue en el mundo, ya que la mitad de la población mundial corre riesgo de contraer esta enfermedad. Una estimación reciente, informa que se producen 390 millones de infecciones por dengue cada año, de los cuales 96 millones se manifiestan clínicamente (cualquiera que sea la gravedad de la enfermedad).
En conclusión, la base de todo cambio radica en el aporte que cada ciudadano promueva a su comunidad, acompañado por un Estado que supervise, evalúe, mejore la calidad de vida de las personas y promueva soluciones concretas a problemas de salud pública como el dengue.
Sabrina Améndola
Analista de CECREDA.
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