El 20 de noviembre de 1845 se desató la batalla de la Vuelta de Obligado, en la cual las tropas nacionales triunfaron contra las fuerzas anglo-francesas para defender la integridad del territorio argentino. En aquella época, nuestro país se encontraba en disputa interna definiendo sobre qué bases se construiría el Estado Nacional, por lo que era bastante sencillo para las superpotencias mundiales, como Inglaterra y Francia, poder invadirlo.
El objetivo de estos países era tomar control de los ríos internos para expandir su comercio, en respuesta a las políticas proteccionistas que llevaba a cabo el presidente Juan Manuel de Rosas.
En 2010, cuando se decretó este Feriado Nacional surgieron adeptos y opositores al mismo. La finalidad de conmemorar esta batalla es reivindicar hechos que han quedado sepultados por la historia oficial. Lamentablemente, el imperialismo ejercido en esas épocas ha mutado, por lo que aún está presente en nuestro país. Algunos de los mecanismos se evidencian en la tenencia de las Islas Malvinas, en la fuerte extranjerización de la economía que fuga capitales y en la deuda externa.
La presencia de Inglaterra en las Islas va más allá de la identidad nacional de los habitantes de las mismas, no sólo la presencia de una base militar allí implica un punto táctico para posibles alianzas bélicas y, en ese caso, una amenaza para toda Sudamerica, sino que también explotan libremente nuestra plataforma marítima, rica en recursos ictícolas, marítimos, y petrolíferos.
En segundo lugar, la economía del país a lo largo de los años se ha extranjerizado y concentrado cada vez más, cuyas consecuencias son por un lado, la fuga de capitales, y su contracara: la falta de reinversión de la ganancia en la estructura productiva; y por otro, la presión que ejercen ante el Gibierno estos grupos de poder en la toma de decisiones.
Por último, la deuda externa siempre ha tenido un significado disciplinador de las conductas de los países que la toman, consistiendo en un compromiso y subordinación a condiciones, explícitas o implícitamente, impuestas para acceder al crédito. El endeudamiento adquirido en Argentina, principalmente en los ’90, sirvió únicamente a un patrón de acumulación por valorización financiera, perjudicando fuertemente a la economía, y limitando todo tipo de acción gubernamental a lo permitido por los acreedores.
A pesar de lo dicho anteriormente, desde el 2002 con el anuncio del default, se han realizado múltiples hechos que fortalecieron a la soberanía nacional en una globalización que erosiona las fronteras, tales como: no pertenecer al ALCA, afianzar las relaciones con el Mercosur, crear el Unasur, luchar por las Malvinas, reestructurar la deuda externa y expropiar un empresa tan valiosa que explota los recursos naturales de nuestro suelo como YPF. Todos estos acontecimientos implican una orientación decisiva por parte del Estado para independizarse de las presionesde países poderosos, reforzando la unión sudamericana económica y políticamente, y asumiendo un control mayor de la economía nacional.
Se sabe que todavía falta mucho por hacer, pero seconmemora este día para recordar que nuestro país es capaz de defender su soberaníay que debe continuar dicha tareapara fortalecer al Estado y a su estructura productiva, reduciendo las condiciones de dependencia y sensibilidad de los flujos y vaivenes propios del mundo globalizado.
María Constanza Moretti
Directora Ejecutiva Cecreda