Análisis y Desarrollo Político

La informalidad tiene cara de desconocimiento: el caso de los manteros

Pinterest LinkedIn Tumblr

Esta semana a raíz del enfrentamiento que sucedió en el barrio del Once entre los manteros y el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, quedó en evidencia uno de los conflictos sociales que atraviesa la sociedad Argentina. Este conflicto encierra una multiplicidad de subconflictos que llevan a una confrontación que en realidad es más amplia que el simple hecho de pensar la situación sólo desde el ángulo que sostiene la necesidad de liberar el espacio público para la libre circulación.

 

Subconflictos

En términos legales existe un marco regulatorio que impide la ocupación del espacio público y a su vez, también se prohíbe la comercialización de productos sin cumplir las normativas vigentes. Los comercios de la zona se encuentran, ante esta competencia, en una situación de desigualdad por no poder competir por las ventas en los mismos términos que los manteros, debido a la diferencias de costos y gastos que tiene un comercio en comparación con la vía pública.

Del otro lado se debe considerar también, a los grupos que controlan parte de este tipo de venta “ambulante”, donde los vendedores no son los grandes beneficiarios, sino que reciben un “sueldo” que sólo les permite la subsistencia diaria. A este combo se suma la no menos importante, mirada de los medios masivos de comunicación, y de la opinión pública (quien en parte se ve influenciada por las postura de los medios). Así podemos observar la dicotomía que refleja este conflicto cuando las distintas opiniones son emitidas. Los subconflictos son confundidos y mezclados con todas clase de visiones, algunas más duras que otras (incluyendo la xenofobia), y que nunca derivaran en una solución “justa” para todos los involucrados.

El país ha ido empeorando económicamente, y las distintas medidas adoptadas en materia de políticas públicas y económicas – adoptando un sistema neoliberal que deja de lado al mercado interno (PYMEs), verdadero motor de las economía y  generador natural de empleo genuino – van generando una mayor caída de la actividad económica y por ende, un aumento en el índice de desocupación, que deriva en ciudadanos que quedan fuera del circuito de empleo legal, obligados a ingresar a la actividad informal para poder sobrevivir.

En lo que respecta a la opinión en las redes sociales, y en algunos formadores de opinión, las acusaciones están a la orden del día hacia los manteros debido a que gran parte de estos hombres y mujeres son extranjeros, en su mayoría provenientes de países limítrofes. Ante esta situación suelen sobresalir las reacciones xenófobas, que desconocen o intentan obviar los orígenes inmigratorios de la Nación, y la lucha que nuestros antepasados debieron sostener por ser considerados parte de la sociedad Argentina. Además de no considerar el marco legal histórico que tiene nuestro país en materia de inmigración con el articulo Nº 20 de la Constitución Nacional.

Es en este circuito de acusaciones nos podemos encontrar con todo tipos de argumentos; como es la antigua idea elitista que la zona de donde provienen los inmigrantes es un factor determinante con respecto a la integridad de las personas; para estos grupos, los antiguos inmigrantes Europeos venían a trabajar y los actuales inmigrantes a delinquir o subsistir a costa del Estado – o también el comúnmente postulado mundial “de la quita de empleos por parte de los inmigrantes”, como si fuesen el factor real de la desocupación y se quisiese intencionalmente sacar de la razón de los hombres la función que cumplen los sistemas políticos, los modelos económicos o la posición que se ocupa en la división internacional del trabajo, en definitiva la forma de organización social que se decide y/o se intenta conseguir. Continuando con esta línea argumental de ataques a los inmigrantes, otro caso habitual es la confusión en cuanto a la falta de contribución impositiva por parte de los extranjeros, cuando en realidad hay que diferenciar por un lado, el tributo que se realiza para sostener una actividad económica (esto es uno de los factores que provoca la desigualdad en la competencia) y las contribuciones que realizamos todos los ciudadanos (el pago del IVA por el simple consumo de cualquier producto).

Estas ideas buscan confundir a la opinión pública yuxtaponiendo distintos temas y generando un resentimiento en parte de la población que impide la integración social.

Un principio de acuerdo

La intervención por parte del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires provocó una escaramuzaentre los manteros y la policía que resulto en protestas por parte de los manteros (a la vez, divididos entre sí). La solución parcial al conflicto no provino sólo de los organismos estatales, sino que se generó en la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa), que a falta de una solución eficaz y contando además con la experiencia de haber participado en conflictos similares, decidió otorgar una subvención por 2 meses a los manteros censados y, al mismo tiempo un curso de capacitación para prepararlos en su ingreso a la actividad formal.

La CAME sabe que el ingreso de estos trabajadores a la actividad formal trae aparejado beneficios para casi todos los participantes del conflicto, debido a que los comercios que se encuentran cerca de predios que anteriormente mantuvieron  situaciones similares con manteros y que al igual que la propuesta actual, fueron censados y capacitados, han incrementado su venta. Por otro lado también se logra que los trabajadores ingresen a la legalidad laboral tributando para el beneficio del conjunto social y para ellos mismos, por último y no menos importante, el Estado logra recuperar el control del Espacio Público.

Facundo Mordasini

Comments are closed.