Trabajo Social y Comunitario

El deporte y su rol social

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Al referirnos al deporte podemos analizar varios aspectos del mismo. Uno de ellos es el papel que cumple en cuanto a la formación, desarrollo y socialización que ejerce en  niños y jóvenes. Otro es el fenómeno de masas: se ha empezado a vivenciar el deporte de manera mediática; esto se debe a la manipulación ejercida por parte de diversos sectores, tanto políticos como económicos.

 

La importancia del deporte como fenómeno social, se sustenta en su enorme poder de integración, que elimina fronteras políticas, raciales, religiosas y discriminatorias; por esto, los gobiernos se valen de ellos como parte fundamental de la integración en la etapa educativa. Debido a esta razón, el deporte deviene en un aspecto fundamental del sistema educativo, en el cual niños y jóvenes comienzan su etapa de formación y crecimiento mediante el aprendizaje de diversos conceptos que derivan de la actividad deportiva.Así es como, la educación física, la recreación y el deporte, parten de un mismo sistema de formación de la juventud, ya sea en su desarrollo físico y morfológico, como en cuestiones de salud, esparcimiento y construcción de vínculos sociales.

Las competencias deportivas abren la puerta a decenas de valores y conductas que son útiles en otros ámbitos de la vida. Los deportes, ya sean individuales o colectivos, forjan el compañerismo y el trabajo en equipo, generan la necesidad de apoyarse y ayudar al otro. De esta forma, se construyen conductas relacionadas con reconocer y depender del otro para alcanzar un objetivo; a ellos se le suma la disciplina, obtenida gracias al entrenamiento. Finalmente,  el deporte enseña múltiples valores, entre ellos: esfuerzo, superación, coraje, solidaridad, compañerismo.

El otro aspecto del deporte, surge a partir de la popularización de ciertas actividades que en sus orígenes fueron selectas, de este modo, el deporte pasa de ser una práctica elitista reservada a los amateurs, a ser un espectáculo producido por profesionales para el consumo de las masas. Alcanza el desarrollo de una industria de entretenimiento deportivos no solamente por una dinámica interna, sino por la necesidad de control social.

En este sentido Bourdieu sostiene que el deporte es, en definitiva, un instrumento de conquista de masas: “No sería posible comprender la popularización del deporte y crecimiento de las asociaciones deportivas –que, organizadas originalmente sobre una base voluntaria, recibieron progresivamente el reconocimiento y la ayuda de las autoridades públicas – si no nos percatásemos de que este medio tan extremadamente económico de movilizar, ocupar y controlar a los adolescentes estaba predispuesto para convertirse en un instrumento y en un objetivo de luchas entre todas las instituciones total o parcialmente organizadas con vistas a la movilización y conquista simbólica de las masas y, en consecuencia, compitiendo por la conquista simbólica de la juventud.” (Bourdieu, 1993: 71-72)

De esta manera, podemos ver al deporte en sus dos grandes facetas: 

una como ámbito de formación y educación de los jóvenes, constructor de ciertas reglas y valores, capaz de forjar disciplina y conductas colectivas; 

la otra está vinculada con la preponderancia y popularización que han adquirido ciertas actividades. Esto se ha dado a través de la industria del espectáculo, el atractivo ingreso de sumas de dinero en calidad de publicidad y la relevancia que le ha dado la política, gracias a su la alta capacidad de movilización y control de masas. 

A su vez, podemos observar que la carrera política de varios funcionarios nació vinculada al deporte, ya sea como deportista o como dirigente, con lo que en muchos casos el deporte actuó como trampolín de la carrera política de varios candidatos actuales. Así es como, el deporte se presenta como un área privilegiada para el estudio y la discusión de problemáticas fundamentales como son el patronazgo, la reciprocidad y la asimetría de poder. 

Finalmente, debemos destacar al deporte como factor de inclusión social y espacio de sociabilidad que permite establecer relaciones sociales a partir de la práctica y competencia deportiva, formando un conjunto de valores compartidos a partir de los cuales los individuos se orientan en sus prácticas. Pero, al mismo tiempo, debemos considerar el deporte como un capital inagotable de poder y control social, escalera que permite que los dirigentes se lancen a la política. 

Lic. Sebastián Concetti

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