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El Impacto del Sistema Previsional en el Mercado de Trabajo Argentino

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La Seguridad Social tiene, dentro de sus principales objetivos, el cuidado de los ciudadanos, tanto en la edad activa como en la pasiva. Asimismo, busca proteger a los trabajadores frente a posibles enfermedades, situaciones de invalidez o de desempleo, como también brindar ayuda para equiparar y suavizar la situación de las personas de mayor edad, al otorgar jubilaciones, pensiones, servicios de salud.

 

Documento de trabajo UBA -adaptación para CECREDA- 

Resumen

La Seguridad Social tiene, dentro de sus principales objetivos, el cuidado de los ciudadanos, tanto en la edad activa como en la pasiva. Asimismo, busca proteger a los trabajadores frente a posibles enfermedades, situaciones de invalidez o de desempleo, como también brindar ayuda para equiparar y suavizar la situación de las personas de mayor edad, al otorgar jubilaciones, pensiones, servicios de salud. Por su accionar, los sistemas previsionales afectan a la oferta de mano de obra en el mercado de trabajo, puesto que serán los propios trabajadores quienes realicen sus aportes. Ello puede considerarse como positivo o negativo de acuerdo a la valoración del beneficio que puedan gozar tanto en el presente como en el futuro.

En todo este marco, la experiencia de La República Argentina aparece como un interesante caso de estudio, mostrando los aciertos y fracasos de las distintas versiones de la Seguridad Social. 

Presentación

Este trabajo tiene por objetivo exponer la manera en la cual los sistemas previsionales afectan la oferta de mano de obra en el mercado de trabajo. A su vez, se realizará una comparación sobre este aspecto entre los sistemas de Reparto y de Capitalización. Para finalizar aunque entrelazando a lo largo de todo el documento, se abordarán distintas cuestiones entorno a la situación argentina de los últimos 20 años. De todos modos, en los distintos apartados se incorporarán relaciones con las situaciones vividas en nuestro país, por lo que este aspecto aparecerá en todo el trabajo. 

Introducción

Al evaluar cuál es el impacto del Sistema Previsional sobre el Mercado de Trabajo, surge la principal pregunta acerca de cómo y por qué lo afecta. En este sentido, se encuentra la respuesta al demarcar la manera en que los trabajadores observan los descuentos en sus haberes para contribuir al Sistema, sea de Jubilaciones y Pensiones, o Fondos Privados. En este punto, de acuerdo a si los trabajadores observan el descuento en su salario como un ahorro para el futuro o como un impuesto en el presente, será como lo valorarán.

Cabe aclarar que según los diferentes tipos de sistemas, los trabajadores pueden llegar a tener consideraciones distintas, aunque en la mayoría de los casos son las diversas corrientes en la búsqueda de imponer algún sistema particular por un sector dominante (como lo sucedido en la década del `90 con la intención de implantar el Régimen de Capitalización) las que tratan de demarcar los aspectos positivos y negativos de cada tipo.

Estado de Situación

Según el punto de vista y la consideración que los trabajadores tengan sobre los descuentos que sufren en sus salarios para aportar al Sistema Previsional, será la manera en que se afectará o no la Oferta de Mano de Obra.

Si los trabajadores consideran aportar al Sistema Previsional como un ahorro para el futuro, no afectarán la oferta de mano de obra, por lo que se mantendrán sus intenciones y pretensiones de trabajo en este sentido, sin generar reclamos, pedidos o intentar volcarse al mercado informal, bajo el cual no se realizan descuentos ni aportes.

En este último punto quiero hacer una aclaración especial. Distintos trabajos y presentaciones hacen hincapié en la posibilidad de volcarse al mercado de trabajo informal tratando de evitar contribuir al Sistema Previsional, siendo esta una decisión propia de cada trabajador. Creo que estos enfoques incurren en un error fundamental, la evasión en el mercado informal no es algo voluntario que los trabajadores eligen, es una situación que se da respecto a un momento particular. Considero que ningún trabajador desea encontrarse en el ala informal de la economía, ya que esta ubicación también traerá consigo la negativa por una cobertura de salud, de retiro y/o distintos beneficios que ofrece el mercado formal. Lo que sí puede considerarse, particularmente en quienes aportan de forma autónoma, es la búsqueda del aporte mínimo, ya que al hacerlo, estos trabajadores estarán observando a sus aportes como un impuesto, por lo que buscarán reducirlo al mínimo posible.

Con este último punto del párrafo anterior, comienzo a detallar parte de lo que sucederá si los trabajadores, de cualquier índole, observan los descuentos en sus salarios o sus aportes al Sistema Previsional como un impuesto. En este sentido, tratarán que esto afecte en lo menor posible su bienestar personal del momento. Al considerarlo como un impuesto, sus gastos en consumo como en ocio se verán reducidos, por lo que ya no estarán disponibles en el mercado de trabajo por el mismo salario; sus requerimientos serán mayores, situación que reducirá la oferta de trabajo y/o buscará mejores ingresos.

Los descuentos destinados a la jubilación se perciben más como un impuesto si la tasa de rendimiento futuro se considera menor a la que se podría obtener a través de inversiones privadas. Además, cuando el Sistema de Jubilaciones y Pensiones trata de abordar aspectos como las bajas ganancias a lo largo de la vida, los momentos de desempleo y/o las responsabilidades de cuidado de hijos; los trabajadores tenderán a considerar al sistema como un impuesto.

Este efecto negativo puede evaluarse también al presentar la restricción presupuestaria de un individuo. En la misma, al introducir un impuesto o al valorar un impuesto sobre el ingreso disponible, este se verá reducido como así también se retrotraerá la restricción, este descenso influirá directamente sobre la curva de preferencias. Es por esto también que la consideración de los descuentos como un impuesto, afectará de manera negativa la oferta de trabajo, reduciéndola.

Un último aspecto a destacar en este apartado, es la situación de los trabajadores de menores salarios. Por sus ingresos, este segmento de asalariados será el mayor afectado con los aportes al Sistema. Si bien hay que valorar que en un futuro gozarán de un beneficio, no debe olvidarse que al recibir un salario menor en el presente, sus condiciones de vida y acceso a bienes y servicios, se verán reducidos ampliamente. Por esto, los descuentos para jubilaciones a pesar de ser proporcionales al ingreso, afectan muchísimo más a las personas que perciben sueldos más bajos. 

Los Sistemas de Reparto y Capitalización: su influencia en la oferta de mano de obra

Como se explicó en párrafos anteriores, existe amplia bibliografía sobre el tema pero, sobre todo, una profusión de discursos neoliberales, fundamentalmente sucedidos en la década del `90 en la Argentina, que sostenían la necesidad de pasar de un Sistema de Reparto a uno de Capitalización. Todas estas corrientes, a partir de la Reforma de 1994 tomaron mayor dimensión buscando justificar los hechos. Estos trabajos han expuesto distintos aspectos que detallaré a continuación, pero sobre todo, no debe olvidarse lo sucedido en la realidad. La transformación del Sistema de Fondos y Pensiones argentino de un Sistema de Reparto a uno de Capitalización Privado que se realizó en nuestro país, no otorgó el beneficio social y rentabilidad individual que predicaba, sino que mantuvo voluptuosos negocios con sectores elitistas, generando mayor endeudamiento del Estado y peores condiciones para todos los ciudadanos, tanto trabajadores como jubilados.

Inicialmente quiero detallar algunos aspectos a considerar sobre el Sistema de Reparto y su relación con la oferta laboral. Se puede formular la noción de que en los trabajadores más jóvenes, los aportes al sistema no significan una carga. Este grupo al estar muy lejano a jubilarse pero sobre todo al buscar experiencia en el mercado de trabajo, junto a su deseo por el aprendizaje y el mantenimiento en la economía (no sólo con un empleo sino pudiendo acceder a consumir el abanico de bienes y servicios), no modificará su oferta de mano de obra, persistiendo en el mercado o en la búsqueda de posibilidades. Por el contrario, las personas de mayor edad, próximas a su retiro, modificarán su oferta de trabajo, ya que será poco el tiempo en el mercado laboral que persistan y buscarán mantener su poder adquisitivo en la mayor medida posible.

Como dije, fue de amplia exposición la cantidad de expositores y documentos que se distribuyeron sosteniendo que con el Sistema de Capitalización Individual Privado, la oferta de mano de obra se iba a expandir. La justificación a esto fue, entre otras cosas, que el sistema de capitalización reduciría la informalidad laboral, que permitiría un mayor acceso al crédito, que fomentaría el mercado de capitales mejorando la situación de las empresas (lo que otorgaría mayor demanda de empleo), que los costos sociales serían muy bajos, etc.

Sobre todo esto, quiero destacar uno de los grandes mitos del mercado de trabajo, la idea de que el Sistema de Capitalización incentiva la Oferta de Mano de Obra. Esta concepción se basa en que el trabajador al aportar a su cuenta individual, disfrutará en el futuro de mayores beneficios, por esto se volcará al mercado de trabajo y aumentará la oferta laboral. A pesar de este argumento, la experiencia mostró claramente que la relación entre el aporte y el beneficio futuro era muy estrecha. Además de que ante una crisis como la sufrida por nuestro país hacia 2001/2002; varias empresas de capitalización (AFJP) presentaron la quiebra y giraron sus fondos al exterior, dejando sin aportes a los trabajadores. Sólo estos comentarios nos demuestran que no se necesita de un sistema de capitalización para producir el aumento de la oferta laboral, sino que esto se logra principalmente con inversiones productivas, nuevas tecnologías, innovaciones, mayor educación.

En lo que refiere exclusivamente a un Sistema Previsional, lo importante es la protección que brinda ante la pobreza y el beneficio social que otorgue a la sociedad. 

Principales Corolarios de la experiencia argentina de 1994 a 2012

En 1994 se produjo la Reforma del Sistema Previsional. En un ámbito de profunda crisis, desarticulación, particularismo, regresividad, falta de universalidad y constantes déficit; se buscó principalmente eliminar los saldos negativos. Así se modificaron la edad jubilatoria y la cantidad mínima de años de aportes, pero por sobre todo, se incorporaron los Regímenes de Capitalización Privada e Individual. Este cambio tomó como fundamentos, principalmente los aspectos mencionados en el punto anterior, pero por sobre todo tratando de eliminar el déficit del sistema.

La incorporación de estos nuevos sistemas, nunca logró desarrollar los aspectos que la teoría pregonaba, y por el contrario, sumergió no sólo al sistema sino al mercado laboral en sus peores condiciones de la historia, obviamente de la mano de las políticas económicas ilusionistas y elitistas de un modelo falso en detrimento de la producción nacional y la autonomía del país.

Al pasarse una gran cantidad de afiliados a las AFJP (entre el 85% y el 90% de los aportantes), el Estado dejó de recaudar fondos considerables mientras que debía seguir pagando a los jubilados. Así, ante la necesidad de liquidez, el Estado comenzó a endeudarse con las AFJP pagando voluptuosos intereses. En ese momento, se pagaban intereses por algo que antes se tenía. Esta inconsistencia básica fruto de los altos “negociados” y beneficios de clases acomodadas del poder, aportó también su parte para llegar a una situación hacia el año 2001 de precarización laboral y de altos niveles de desempleo y pobreza.

En la última década, dos acciones se destacan por sobre todas las cuestiones. Por un lado la instauración de la Moratoria Previsional iniciada en 2005; situación que incluyó a más de 2 millones de personas, generando inclusión social y ampliando la cobertura. De todos modos cabe aclarar que este tipo de políticas puede llegar a tener un aspecto negativo. Este es la señal que puede captar el público, observando que ante el Estado otorgante de fondos a quienes no han aportado lo necesario, consideren dejar de aportar hoy ya que en un futuro disfrutarán de una posible moratoria que ofrezca una nueva administración estatal.

El otro punto que considero fundamental y ampliamente positivo, fue la recuperación del Sistema en el año 2008; la decisión de recuperar los fondos que administraban las AFJP. Todos estos ingresos pasaron al Sistema de Reparto; el Estado a partir de ese momento sería el único encargado de la protección, el cuidado y la seguridad social de todos los argentinos. Esta fue una decisión clave, otorgando al país autonomía en sus acciones y futuro, incrementando la inclusión social. 

Conclusiones

A lo largo de este trabajo, se han recorrido las principales cuestiones que demarcan la influencia y los efectos que los Sistemas Previsionales causan sobre la Oferta de Mano de Obra, como también la experiencia de nuestro país en los últimos 20 años.

En lo que respecta a la manera en que las cargas del sistema son consideradas por parte de los trabajadores, considero que un punto sobresaliente debe ser la situación tanto del mercado laboral como de la economía en general y la administración del Estado. En una economía con crecimiento, creación de trabajo, incremento de poder adquisitivo general y acceso a bienes y servicios de todos los ciudadanos, los aportes de los trabajadores al sistema previsional no serán vistos como un impuesto solamente, sino que permitirán demarcar un futuro auspicioso, disfrutando también de la solidaridad entre todos los habitantes del país. A su vez, ante un correcto y transparente manejo del Estado, los trabajadores observarán que sus aportes son devueltos a la sociedad a través de mejores condiciones situaciones de salud, educación, seguridad, etc.

En lo que refiere a la discusión entre los sistemas de Reparto y de Capitalización, creo que dentro de esta disputa se encuentra el debate de si el Estado debe intervenir o mantenerse al margen. La Seguridad Social es un bien público y como tal debe ser brindado por el Estado, este es el único ente con las facultades de llegar y abarcar a todos los ciudadanos generando inclusión y manteniendo la igualdad y equidad.

Para finalizar, quiero destacar que nuestro país ha avanzado en lo referido al Sistema, gracias a la recuperación del mismo y la consolidación del Régimen de Reparto como a la expansión de la amplitud de la cobertura, incrementando también la intensidad de la misma. De todos modos, aún quedan pendientes cuestiones sobresalientes como la necesidad urgente de la mejora cuantitativa de las jubilaciones. Actualmente la intensidad o tasa de sustitución del salario se ubica en torno al 45%; a lo que se debe agregar que aproximadamente el 80% de los Jubilados y Pensionados cobran el Haber mínimo. Si bien se ha realizado una redistribución de los beneficios de los más altos hacia los más bajos, todavía deben incrementarse mucho más los haberes mínimos y medios para mejorar así la calidad de vida de nuestros jubilados. 

Bibliografía consultada

·AISS – El debate sobre la reforma de la seguridad social.
·Andras Uthoff – Mercados de trabajo y sistemas de pensiones – Revista de la CEPAL (Dic. 2002)
·Carlos Martínez (2011) – Historia de la seguridad social en Argentina
·Carlos Martínez (2012) – Notas de Clase: Cobertura previsional, indicadores y evolución en Argentina
·P. R. Orszag & J. E. Stiglitz – Un Nuevo Análisis de la Reforma de las Pensiones (1999)
Piffano – Los sistemas previsionales y el autofinanciamiento

Por Mariano Uccellatore
Analista de CECREDA

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