CECREDA participó de la actividad del día martes 20 de agosto en el Congreso Nacional sobre la presentación del libro “El Imperio Británico. Resistencia, Represión y Rebeliones”. El otro lado de la historia” del Sr. Richard Gott, periodista e historiador británico, Presidente del Grupo de Apoyo al diálogo por Malvinas del Reino Unido.
En el evento participaron la Sra. Embajadora de la República Argentina ante el Reino Unido Alicia Castro, el Diputado Guillermo Carmona y el Senador Daniel Filmus.
El principal tema a tratar fue la problemática del Imperialismo que continúa hasta hoy y cuyos pueblos sometidos sufren las consecuencias. Se plantea el conflicto de las Malvinas desde una perspectiva global. El libro expone la situación de los pueblos de Oceanía, Asia, África, América tanto en épocas del colonialismo territorial como el avasallamiento del imperialismo económico y cultural que subsiste. La cuestión de la violencia a los derechos humanos, las condiciones económicas proyectadas como situaciones de dependencia.
Richard Gott ha escrito entre otros libros: “Guerrilla movements in Latin American”, “Cuba: A New History”, “Hugo Chávez and theBolivarianRevolution”, trabajando en América Latina, investigó caso por caso los distintos momentos históricos entrevistando al Che Guevara, estuvo al lado del pueblo venezolano durante el golpe sufrido en el 2002 y es asesor de la opinión pública británica.
Richard Gott explica que ha escrito 40 años sobre los movimientos de resistencia y la guerrilla surgida a partir de la revolución cubana para escapar del imperio estadounidense. Movimientos que al final, no tuvieron éxito y en su lugar, surge una nueva generación de rebeldes de la mano de Hugo Chávez. Estuvo al lado de las personas que dijeron no querer pertenecer al imperio británico y lucharían por defender sus culturas. En el propio país de Gran Bretaña hoy existen dos grupos: los descendientes de los constructores del imperio y por otro lado, los descendientes de los sometidos.
En Argentina en el año 1807 los pueblos aborígenes formaron la mayor resistencia en contra de flotas inglesas imperialistas junto a los gobernantes que presidían el Cabildo y el mismo año, otra flota británica intentócolonizar Egipto. Los egipcios lograron defenderse y exhibieron las cabezas de los colonos británicos por las carreteras de El Cairo. Pero, en la mayor parte de los casos, los británicos fueron los vencedores. Los pueblos originarios fueron inteligentes en rechazar al Imperio Británico que secuestraba tierras y se apropiaba de la vida de sus habitantes. Para 1876 se estima que fueron 10 millones de persona la que asesinaron, 2 millones delos cuales, perdieron su vida como consecuencias de las hambrunas que sufrieron luego de ser colonizadas sus tierras.
En todos los continentes no pasaba un año sin que hubiera un brote de rebeldía y resistencia al ejército imperial.
Por su parte, la Embajadora Alicia Castro en pos de la búsqueda de la resolución del conflicto de Malvinas convocó a todos los parlamentarios argentinos, británicos y de todos los países de los distintos continentes para que se unan en el compromiso de terminar con las acciones de colonialismo. Destacó que los medios de comunicación son herramientas del imperialismo y algunos parlamentos también lo han sido.
La Argentina no constituye ninguna amenaza militar ni con Reino Unido ni para ningún pueblo. Esto está estipulado tanto en la Constitución Nacional como en la cultura argentina el no tomar las armas y fue una de las aclaraciones que el Reino Unido pidió escuchar, aunque para los argentinos fuera una obviedad.
Contamos con 41 resoluciones de la Naciones Unidas que acompañan el reconocimiento de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas y en total son 131 países que apoyan la causa. Todo el Continente Americano rechaza la idea de tener una base militar al sur del Continente y las actividades unilaterales británicas de exploración y explotación de recursos naturales renovables y no renovables en la Plataforma Continental Argentina. En las Islas Malvinas hay una población de aproximadamente 2.800 personas de las cuales sólo 1.339 nacieron en las islas y más de 1.500 son soldados. No es racional que los deseos de una pequeña comunidad obstruyan la relación entre dos países y dos regiones.
Es necesario un gesto de involucramiento político. Además, se han llevado a cabo tareas en el ámbito sindical en organismos sudamericanos. Se han repartido tres mil cartas a formadores de opinión en Gran Bretaña con diversas respuestas, como por ejemplo, las que asemejaron los hechos como injustos actos de piratería y hasta argumentando que era una desconsideración el gasto económico que implica mantener la base militar en unas tierras tan al sur en plena crisis europea, entre otras opiniones. Gran parte de la población británica acuerda con los derechos de soberanía argentina. Sólo en América viven 250 mil descendientes de británicos con un pasado en común. Todas estas cuestiones forman una base optimista para el camino de lograr el diálogo.
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