Notas de Opinión

El rol de Argentina en el Mercosur: Entre la integración regional y el puente con el viejo mundo en crisis

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La reciente incorporación como socio pleno de Venezuela al bloque del Mercosur, significa el nacimiento de la quinta economía mundial. Contará con un PBI de 3,3 billones de dólares (el 82,3% del Producto Bruto total de Sudamérica), un territorio de 12.7 millones de km2 y una población de 270 millones de habitantes.

 

En el actual mundo globalizado, Argentina se constituye como la puerta de ingreso del ahora más poderoso bloque Mercosur a miles de ciudadanos europeos que emigran con la esperanza de buscar empleo y progreso en Latinoamérica, una especie de retorno a los orígenes de la etapa inmigratoria.  

Incorporación de Venezuela como socio energético e industrial

 Con la genuina y oportuna decisión de incorporar como socio pleno a Venezuela, el Mercosur se hace propio un conglomerado energético ya que, a excepción de Uruguay, es productor de petróleo, convencional y no convencional, gas y energía de represas hidráulicas, como así también de minerales estratégicos (litio), insumo fundamental para las tecnologías del futuro. Este conglomerado energético, es un gran consumidor de bienes e insumos industriales producidos dentro del Mercosur y  de hecho, constituirá una de las principales políticas productivas regionales de promoción a las industrias del bloque. Ejemplo de ello, es el Buque Productero Eva Perón, recientemente botado que PDVSA le encargó a Astilleros Río Santiago, resultado de una alianza Argentino-Venezolana. Esto, a su vez, representa la construcción naval más importante de los últimos 30 años en Argentina y se completará con otro buque, también de doble casco petrolero, que se bautizará Juana Azurduy. 

Paraguay: situación extraordinaria

Es importante destacar que por incumplimiento de la clausula de Ushuaia del Mercosur y en virtud de la ruptura del orden democrático, Paraguay se encuentra momentáneamente suspendido del bloque económico-político. Es fundamental y estratégico que se llamen a elecciones democráticas en el hermano país y se regularice la situación institucional, pero que irresuelta y con el tiempo, tendrá impactos reales negativos para la región (acuerdos de comercio individuales y extraregionales avales del bloque, conflictos en acuerdos energéticos, bloqueos migratorios, interferencia militar). 

Argentina como la puerta al nuevo inmigrante Europeo

Si bien siete de cada diez sudamericanos serán ciudadanos del Mercosur (Brasil, Argentina, Venezuela, Uruguay, Paraguay), tres de esos siete tienen origen antepasado en el viejo continente y se han constituido a lo largo del siglo pasado como olas inmigratorias que traían obreros calificados, mano de obra con educación formal y profesionales que venían con tecnología innovadora para la región. Con un 15% de población extranjera (Europea, Asiática y Latinoamericana), nuestro país promueve una integración latinoamericana de hecho sin barreras inmigratorias.

El Art. 25 de la Constitución Argentina dice expresamente: “El gobierno federal fomentará la inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada al territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias e introducir y enseñar las ciencias y las artes”.

Es así que, hoy en día miles de ciudadanos europeos, en particular de España, arriban a la Argentina como primera opción de búsqueda de progreso, ante la crisis de la Unión Europea. A pesar de la inflación, de salarios equivalentes más bajos y de una etapa de fuerte actividad política, se identifican con la visión de defensa del mercado interno, de la industria nacional y del trabajo formal con inclusión social. No hay peor incertidumbre para el trabajador y para el pequeño empresario que la provocada por las políticas de ajuste salvaje que se llevan adelante en Grecia, España, Portugal e Italia, mientras que en Sudamérica se aplican políticas de fomento y producción permanentes, evitando enfriar la economía y sorteando cotidianamente los vaivenes de la macroeconomía con políticas activas, en particular de las que protegen al empleo.

Evaluar este escenario inmigratorio debe ser prioritario para apalancar el mercado laboral con mano de obra calificada en las áreas en las que falten profesionales, como ocurre en la industria petrolera, promoviendo políticas de estado inteligentes (por ejemplo el Plan Patria Grande) que fortalezcan líneas inmigratorias de profesionales, científicos o la repatriación de ciudadanos argentinos que, producto de políticas neoliberales, fueron expulsados a fines del siglo pasado.

Por Leo Bilanski @leobilanski
Analista de CECREDA

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