Cuando la combinación a veces no resulta. Últimamente y con algunos cambios en el gabinete de gobierno, se nos suelen plantear algunos interrogantes que buscamos dilucidar como los siguientes:
a) Con la salida del Ministro Alfonso Prat Gay del Equipo de gobierno, se suele repetir una vieja rutina de todas las organizaciones y que es –la doble versión- que empieza a circular -renuncióo lo renunciaron? Está bien que eso ocurra?
b) Estuvo bien que la decisión fuera comunicada por el Jefe de Gabinete, el Lic. Marcos Peña?
c) Es común que existan –guerra de egos- en un equipo de trabajo?
d) La culpa de todo y la solución a todo debe recaer siempre en un equipo de trabajo?
Algunas de estas dudas las podemos explicar de la siguiente manera:
No, no está bien que eso ocurra y suele pasar cuando la estrategia de comunicación de la medida no ha sido claramente consensuada antes y después de la decisión por parte de los involucrados. Ello permite que proliferen –supuestos e inferencias- que terminan distorsionando la –versión oficial- que siempre debe existir.
En términos de estructura, es correcto que se lo comunicara Marcos Peña, como Jefe de Gabinete, o sea como su jefe inmediato; pero en términos políticos no. Allí aparece el estilo particular de quien lidera el que deberá evaluar no solo el fondo de la cuestión sino también las formas, para que la decisión se aplique eficazmente y sin consecuencias no deseadas.
Cuanto mas calificado es un equipo mas altos son los egos de sus miembros, eso lo debe saber quien lo lidera y saber si está o no a la altura del mismo, de lo contrario se producen comportamientos anómalos dentro del equipo que deben ser resueltos de inmediato y no dejarlo crecer y servirse de esas anomalías.
En algunas cosas si, pero en otras no. Es común atribuirle al termino-equipo- una serie de atribuciones por momentos mágicas, que nunca tuvo ni tendrá.
Se trata de un constructo o herramienta que solo y tan solo se aplica como corresponde para fines precisos y en donde se analizan de manera horizontal procesos de trabajo que requieren de un mínimoconsenso; pero el equipo no decide, solo propone y en algunos casos acerca soluciones.
El –equipo- no reemplaza al liderazgo, sino por el contrario lo potencia positiva o negativamente según como el líder lo use o quiera usar , si complementa las diferencias o acentúa las discrepancias.
La fuerza y valor que tiene un –equipo- esta dada por su heterogeneidad, en pensamientos, sentimientos, capacidades, competencias, egos, etc.
Mientras que la fuerza del líder debe estar en su mirada estratégica, en la capacidad de compatibilizar y aprovechar positivamente la heterogeneidad.
Un líder que pretende poner la responsabilidad final en un-hibrido- como es el equipo, esta evadiendo su rol, ya que en lugar de consensuar una lucha de egos, forma parte de ella, es cuando pierde el rumbo y se ve obligado a tomar decisiones extremas.
Tengamos claro que los –equipos- no fracasan, los que fracasan son los lideres que lo conducen o no lo saben conducir.
Es hora que aprendamos esta lección que también vemos en otros ámbitos de la vida y el deporte, como es el futbol por ejemplo.
En este caso en el ejemplo tomado, se trata de algo mucho mas serio que es el Gobierno de una Nación y que es mucho mas complejo que una simple Administración.
Lic. Jorge Joaquín Silva
Secretario de Capacitación