Necesitamos un país industrializado que base su progreso en la capacidad para desarrollar nuevas líneas de producción, nuevas especializaciones, y avance estratégicamente en un programa de sustitución de importaciones que favorezcan, no sólo el desarrollo en la cadena de valor, sino que también fomente los cimientos de una inclusión social constante.
Ahora bien, cómo lograr semejante desafío cuando la presión de los grupos económicos concentrados fomentan la construcción de un mercado monopólico o establecen maniobras oligopólicas para extraer renta extraordinaria o producir altos costos económicos y sociales y enriqueciendo a unos pocos privilegiados, dañando brutalmente la economía en sectores populares, la clase media, los pequeños y medianos productores, los pequeños industriales y comerciantes, que se ven obligados a pagar precios totalmente exagerados.
Además, parte de las utilidades que legítimamente podrían obtener las empresas de menor tamaño o el ahorro que podrían hacer los consumidores, son transferidas en forma de precios altos a estos grupos concentrados. Las Pymes que son un mercado totalmente trasparente se encuentran en una situación desfavorable, y en consecuencia, deben reducir de manera permanente sus márgenes de rentabilidad.
Por todo ello, es que el Estado debe intervenir para combatir estos grandes grupos mercantiles, impulsando leyes que mejoren la participación de todas las empresas en el mercado, actuando arbitrariamente contra maniobras inflacionarias, con una regulación efectiva contra prácticas monopólicas y oligopólicas.
Es necesaria una nueva legislación que acabe con el poder concentrado de las grandes empresas, actuando directamente contra los abusos y precios exagerados en productos y servicios, defendiendo a las Pymes y a los consumidores.
Mauro Gonzalez
Presidente.