Análisis y Desarrollo Político

Industria nacional y desarrollo social

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Hoy por hoy, la Industria Nacional no atraviesa su mejor momento, con baja en su productividad, apertura en las importaciones, crecimiento del desempleo, aumento en los costos de la energía y un tipo de cambio estancado con una inflación constante, hacen pensar que volvimos a los años 90’s donde se preponderó la importación de bienes, la estimulación en el desarrollo de los servicios y el desmantelamiento del aparato productivo nacional.

 

Ahora bien, ¿por qué es importante apuntalar el desarrollo de la industria Nacional y principalmente el crecimiento y fortalecimiento de la Pequeña y Mediana Empresa (Pyme)?

Un verdadero desarrollo social sostenible depende del crecimiento económico y de las oportunidades de empleo estimuladas por una sólida base industrial. Asimismo, el desarrollo industrial sostenible requiere de un entorno social que tenga las herramientas necesarias para promover tecnologías limpias y apropiadas, proporcionar oportunidades a la fuerza de trabajo para adquirir educación y destrezas, e implementar estrategias de industrialización que generen empleo.

Para los países que buscan retornos a largo plazo de su inversión en desarrollo, la generación de empleo y la mitigación de la pobreza son dos caras de la misma moneda. La salud, la educación y la integración social dependen en gran medida de los ingresos generados por los sectores productivos de la economía, a saber, la agricultura y la manufactura.

La principal contribución sostenible de la industria a la creación de empleo, y por lo tanto a la prosperidad económica y social, radica en su efecto multiplicador sobre la generación de empleo. A través de las conexiones con otros sectores económicos, las actividades manufactureras multiplican la demanda de mano de obra en toda la economía, tanto en zonas rurales como urbanas. 

El progreso económico y social depende del desempeño en el mercado global, que a su vez se ve subordinado a una fuerza de trabajo formada, calificada y profesionalizada.

Un estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), revela que del sector industrial de todas las regiones del mundo dan la bienvenida a oportunidades de capacitación. Ésta mejora su posición social y educativa, aumenta sus opciones, amplía su vida útil y reduce los niveles generales de pobreza.

En cualquier trabajo, tipo y sector de fabricación, las Pymes en la industria rara vez tienen las mismas oportunidades que las grandes corporaciones. No gozan del mismo acceso a los servicios financieros como el crédito, a las técnicas de producción más limpias y seguras, a la tecnología apropiada, la capacitación, el reciclaje y la oportunidad de mejorar las aptitudes. Siendo estos factoresfundamentales en el desarrollo económico con inclusión social de un país, ya que su aporte constituye un eslabón determinante en la consolidación de la actividad económica y la generación de empleo genuino.

Es clave el continuo desarrollo de políticas públicas que no sólo desarrollen y consoliden los emprendimientos, sino que puedan estimular la formalización de la actividad productiva afrontando un proceso extremadamente riguroso y flexible, que brinde amplitud en la integración y considere aquellas situaciones sensibles para en entramado social. 

El desarrollo de un plan como objetivo para orientar los diferentes sectores y actividades en los que la región tenga ventajas comparativas y competitivas, para apoyar nuevas actividades y aprovechar los factores que garanticen una diversificación en las economías regionales y la articulación entre las regiones para potenciar las cadenas productiva. Un plan que priorice el Desarrollo en la Innovación tecnológica y la Investigación, la formación permanente de sus recursos humanos, el asociativismo y la creación de empleo calificado.

Mauro González 

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