La búsqueda del desarrollo es uno de los principales objetivos de cualquier país tanto en lo social como lo económico. A la hora de preguntarnos qué variables son indispensables para alcanzarlo, figuran entre las principales; la educación, la salud, la ciencia y tecnología, la seguridad, la innovación y la transparencia.
Nuestro país ha mantenido un sólido crecimiento con inclusión social en la última década, para solidificarlo se necesita la intensificación y realización de políticas y acciones destinadas a motivar, incentivar y traducir en realidad, la ciencia y la tecnología junto a la innovación. Es de suma importancia que La Argentina continúe con una industrialización que contenga la incorporación de bienes de capital e intermedios producidos en el país, o importados por un corto plazo para luego fabricarlos localmente.
Es fundamental que la innovación se dirija tanto a la industria como a cualquier otro sector de la economía, siendo el primero uno de los fundamentales. De la mano para el crecimiento de la ciencia es indispensable un excelente nivel de educación tanto primaria, secundaria como universitaria; debemos ser nosotros mismos y nuestros hijos, quienes lleven adelante las nuevas herramientas y los proyectos rentables y novedosos que nos permitan mantener una matriz productiva de excelentísimo nivel. Para esto, es necesario el fomento del ahorro en moneda nacional, ahorro que a través de un sistema financiero sólido se transformará en crédito para inversiones sustentables a largo plazo.
El párrafo anterior demuestra que el camino hacia el desarrollo no es nada sencillo. La incorporación de tecnología e innovación en la rama industrial debe ser impulsada con políticas públicas junto al aumento de capital en las empresas. En este aspecto, la inversión tiene un rol extraordinario, ampliando tanto la capacidad productiva como expandiendo la oferta de bienes, situación que suaviza y resta presión sobre la demanda.
La creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (a fines de 2007) es un hecho clave en nuestra historia. Se ha establecido el espacio capaz de dirigir y direccionar hacia la producción, la ciencia y la tecnología al servicio del crecimiento y desarrollo económico para el bienestar social. Este Ministerio tiene un rol estratégico, generando posibilidades (Ejemplo: Plan Nacional 2012-2015) y propuestas llamativas y novedosas, facilitando la posibilidad de que el entramado productivo pueda innovar en sus acciones. A su vez, con la ayuda de políticas económicas y financieras que faciliten la incorporación de tecnologías, estaría aclarado el camino a través del cual se puede acceder al futuro. Con todo, es importante el destino de fondos hacia estos canales para poder así transmitir el beneficio de la ciencia.
Dentro de las decisiones correctas y productivas, cabe destacar el recupero de YPF; la empresa estratégica mundial, pertenece actualmente al Estado Nacional y a las Provincias. La posibilidad de que el Gobierno mantenga la mayor participación en esta empresa petrolera, permite avanzar en el camino a la autonomía económica. La permanencia en una entidad de esta índole acerca al Estado un elevadísimo nivel de ciencia y tecnología, incorporando mayores conocimientos y expandiendo los beneficios a todos los ciudadanos.
En materia comercial, se destaca por ejemplo, la elevación de los aranceles para importar bienes de capital que se producen en el país. Esta medida es imprescindible ya que no sólo sostiene, motiva y ayuda a la Industria Nacional, sino que mantiene e incentiva la creación de empleo.
Es interesante agregar que actualmente el gasto en salud, educación y seguridad ronda al 20% del PBI; este valor es uno de los más elevados de las últimas décadas, sin dudas se ha avanzado muchísimo. Para continuar en la senda del crecimiento y transformarlo en desarrollo, es necesario dedicar aún más atención y fondos en estos aspectos. El crecimiento y la mejora de estas variables permitirá mantener sin problemas políticas dedicas a la innovación y la tecnología.
El desarrollo de la innovación y la tecnología, tiene efectos en diversos ámbitos tanto a corto como largo plazo. Por un lado permite generar mayor producción, rentabilidad y beneficios para los empresarios. Al aumentar la productividad, facilita el incremento salarial de los trabajadores, situación que a su vez incentiva el consumo y la demanda de mayor cantidad de bienes y servicios. En lo social, el fomento de la innovación permite incorporar mayor conocimiento en todas las instancias y preparar a los estudiantes a desafíos cada vez más grandes y relevantes. A su vez en materia de salud y cuidado, la tecnología brinda nuevas posibilidades y oportunidades al servicio de todos.
Con todo, es de suma necesidad continuar con las políticas y medidas que se están llevando a cabo, y ampliar aún más las acciones para incorporar ciencia, tecnología e innovación tanto en todo el entramado productivo como en las necesidades sociales. Junto a esto, profundizar las políticas en salud y educación, unificarían todo un conjunto de posibilidades que permitirán mantener la autonomía y crecimiento económico actual, y colocarán a Nuestra Argentina por largo plazo dentro de los actores principales del planeta.
Mariano Uccellatore
Analista de Cecreda
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