Los recursos aduaneros forman parte de la recaudación mensual realizada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). El motivo principal de esta nota es utilizar el análisis de estos valores para conocer su influencia en la economía y demostrar como la modificación de políticas públicas impacta en la realidad diaria.
En los últimos días, luego del reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación con el freno al incremento de tarifas de gas, se ha hablado sobre la necesidad de fondos que necesitaría el Estado para continuar subsidiando el transporte, la distribución y el consumo de energía. Lejos de entrar en este debate, sólo incorporando la salvedad de que la medida detiene los incrementos del gas y no los ya vigentes de agua y sobre todo electricidad (el de mayor impacto en las viviendas, empresas, comercios e industrias), la discusión se planteó en la búsqueda del Estado de aproximadamente $ 10.000 millones para hacer frente a estos subsidios. Es así que se realizó la modificación presupuestaria publicada en el Boletín Oficial el 22/08 para plasmar estos gastos corrientes.
El origen de fondos para cubrir los subsidios, visto como gastos para algunos y como mecanismos de política pública para otros, es un tema de distribución y puja de los ingresos. Es por esto que ante la necesidad de fondos, se opinó que si no se hubieran sacado las retenciones al agro (con esos ingresos que se dejaron de percibir) se podría hacer frente a los subsidios y demás necesidades. Pero al analizar los recursos aduaneros, se observa que en los primeros siete meses del año, los cobros de la AFIP de derechos de exportación se encuentran en el orden de los $42.218,5 millones, tan sólo un 5,06% por debajo a lo percibido en los primeros siete meses del 2015 ($50.787 millones). Esta diferencia sí pudiera haber sido de paliativo para otras medidas pero no tiene una influencia determinante en el conjunto de las mismas.
Con este sencillo análisis se puede inferir, sin considerar la variación de precios agrícolas ni modificaciones en toneladas de cosechas, que la quita de retenciones al sector agropecuario no ha significado una pérdida considerable de recursos al Estado, medida más bien en beneficio particular de unos pocos actores.
Por su parte, el rubro que sí ha tenido un crecimiento considerable ha sido el correspondiente al cobro de Derechos a la Importación. En los primeros siete meses del 2016 la recaudación de este impuesto ascendió a los $30.770,3 Millones, un 64,05% por encima a lo recaudado en el mismo período del 2015 ($18.756,2 Millones). Esta situación expone el cambio de rumbo con una clara señal de mayor ingreso de importaciones y su repercusión en detrimento de la producción y mano de obra local.
Mariano Uccellatore